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El Seminario Intermisional Colombiano San Luis Beltrán

es una institución de formación sacerdotal creada por los Señores Obispos y Prelados de los territorios misioneros de Colombia, para responder a las necesidades de la formación del clero de sus territorios.


En septiembre de 1958, Monseñor Arango Henao, en su calidad de presidente del Comité de Misiones, propuso a la Asamblea plenaria del Episcopado, la idea de fundar un seminario Misionero. Monseñor Gerardo Valencia expresó con espíritu misionero: “Sentimos la orden imperiosa del vicario de Cristo de formar al clero nativo… este clero secular para la selva y el llano, el desierto y la costa, había de ser un invento tan maravilloso como la luz eléctrica. Bien valdrá la pena sacrificar todas las demás obras misioneras de un territorio, para tener, al cabo de trece años, un Javier, un Claver, o un Mogrovejo”. Vinieron entonces, con el impulso de la Santa Sede y del Señor nuncio apostólico José Paupini, los proyectos, planificaciones, estatutos… se concretaba a sí mi futuro y el tuyo)


El doctor Adriano Torres E., la señora Susana Solano de Solano, el señor Joaquín Solano y su esposa Juanita Luque, donaron gran parte de los terrenos que hicieron posible la obra del seminario. El 27 de Noviembre de 1.959 fue aprobado por la Sagrada Congregación para la Evangelización de los Pueblos (Propaganda Fide), mediante el decreto 5648. El 24 de Julio de 1.960 fue bendecida la primera piedra para su edificación y el 10 de Marzo de 1.962 inició sus actividades formativas. Hasta el presente tres instituciones han regentado los destinos del Seminario desde su fundación:

1962 – 1968: Instituto Español de Misiones Extranjeras, un equipo de misioneros españoles bajo la orientación del Padre José Manuel Román, primer Rector del Seminario, nombrado por la Congregación de Propaganda Fide y posesionado el 27 de Febrero de 1.962.


1968 – 1987: Instituto de Misiones Extranjeras de Yarumal. El primer rector de este período fue el Padre Oscar Osorio, desde el 28 de noviembre de 1968 hasta 1976. Lo sucedieron los padres: Manuel Agudelo (1977-1978), Fabio Zuluaga (1979-1980), José Luis Martínez (1981-1984) y Alberto Restrepo (1985-1987).


1988 – 2012: Diócesis de Sonsón – Rionegro, el primer rector de este período fue el Padre Fernando Villegas Ángel, quien con un equipo de sacerdotes diocesanos asumió la responsabilidad de continuar esta tarea de formación sacerdotal misionera. Lo han sucedido los padres: León Villegas, Carlos Arturo Quintero. En la actualidad el rector es el Padre Juan Manuel Toro Vallejo, acompañado de los padres: Leonel Acosta Zuluaga, Jorge Aldemar Aristizabal Goméz, Fabio Alonso Gómez Palacio, Jesús Antonio Ocampo Muñoz, Raúl Posada Valencia y  Hugo Humberto Hoyos Duque.


El Seminario inicia sus actividades académicas el 5 de Marzo de 1.962 con 49 alumnos para los grados 5° y 6° de Bachillerato; los alumnos procedían de los siguientes territorios: Arauca (14), Barranca (13), Istmina (11), San Jorge (5), Villavicencio (2), Casanare (3) y San Andrés (1).


En 1.963 serán 64 los alumnos para Bachillerato y 34 para Filosofía; en 1.964 serán ya 104 alumnos; para el año 1.967 serán 129 alumnos.


En 1.969, cuando inician sus labores los Padres Misioneros de Yarumal, se matriculan 75 alumnos; todos ellos hacen ya los programas de Filosofía (52) y Teología (23) y pertenecen a los siguientes territorios: Arauca (20), Istmina (20), Casanare (11), Valledupar (8), San Jorge (4), Florencia (4), San Andrés (3), Ariari (3), Sibundoy (1) y Quibdó (1).


En 1.987, año en que concluyen sus labores los sacerdotes del Instituto de Misiones Extranjeras de Yarumal, el Seminario matricula sólo 32 alumnos para el programa de Teología y no aparece registro de matrícula para el programa de Filosofía; para entonces, asistían a las clases al Seminario Mayor de Bogotá, incluso los alumnos de Filosofía.


En 1.988, bajo la dirección del clero de la Diócesis de Sonsón – Rionegro, los seminaristas no van al Mayor a las clases, sino que las tiene en sus propias aulas, el número de alumnos es 105 (29 teólogos, 63 filósofos y 13 en año de formación pastoral). Desde entonces todo el desarrollo de los programas tanto de Filosofía como de Teología se realiza en la sede del Seminario.


En 1.999 fueron matriculados 140 alumnos, 32 para el programa de Teología y 108 para el de Filosofía, provenientes de los siguientes territorios: Arauca (42), Casanare (18), Mitú (3), Leticia (5), Sibundoy (5), San Vicente del Caguán (4), Florencia (3), Tumaco (13), Quibdó (9), Tibú (9), Obispado Castrense de Colombia (24), San Fernando de Apure –  Venezuela (3), Tacna – Moquegua – Perú (1), Milwaukee – USA (1).


El acontecer del Seminario Intermisional Colombiano ha sido a lo largo de sus cincuenta años de existencia, muy complejo; la diversidad de culturas de las que provienen sus alumnos, las condiciones socio-económicas, la problemática de desamparo por parte del Estado y la violencia de nuestros antiguos territorios nacionales, han sido siempre elementos de resistencia que dificultan los procesos educativos de los alumnos.


No obstante todo lo anterior, el Seminario se ha ganado un lugar importante en la tarea de la formación sacerdotal en Colombia, por cuanto ha brindado acogida generosa a todas las vocaciones que, bien de otros territorios o bien de los lugares de misión propiamente dichos, han venido para dar respuesta al llamado que Dios les ha hecho.


En la actualidad la mayoría de los alumnos pertenecen a los mismos territorios de misión y con el tiempo hemos ido dando identidad al Seminario en el contexto de una labor que es por demás difícil, por cuanto las comunidades religiosas misioneras han marcado siempre la pauta en lo que a este tipo de formación se refiere; sin duda hemos aprendido mucho de ellas, no en vano el Seminario fue regentado durante sus primeros 26 años por misioneros religiosos.


Hemos consolidado ya toda una organización en todos los aspectos; a nivel humano, la configuración de un grupo de formadores y colaboradores en todos los aspectos básicos, tanto el personal de servicios generales y administrativos como el personal docente, para asistir a la comunidad formativa.


Contamos con una Secretaría General bien organizada para administrar todo lo referente a los archivos y documentación, programas académicos y asistencia del alumnado en el desarrollo de los programas. Dicha Secretaría está apoyada en la Dirección Académica del Seminario, con asesorías Psicológica y Pedagógica.


Además el seminario cuenta con un Manual de Convivencia, que orienta la marcha interna de nuestro seminario, además hemos estado en un empeño y esfuerzo comunitario para la consolidación del Proyecto de Formación Sacerdotal (PROFORSA), que hemos puesto en marcha en el segundo semestre del año 1.998. El pensum académico tanto de Filosofía como de Teología ha sido revisado siguiendo las directrices dadas por la Conferencia Episcopal Colombiana.


Así mismo se han completado los Documentos formativos con el Perfil de acompañamiento, para cada uno de los cursos, incluido el año de formación pastoral. Y con el Reglamento Académico.


En el programa de Teología se han incluido algunos seminarios y asignaturas que tienen que ver con la Misión por el carácter misionero del seminario: Teología de la Misión, Espiritualidad Misionera, Sectas y Nuevos Movimientos Religiosos, Ecumenismo, etc. En la actualidad hay un convenio con el Centro de Misión y Culturas José Allamano, de los Padres Misioneros de la Consolata, para el Diplomado en Misionología otorgado por la Pontificia Universidad Javeriana, Facultad de Teología y el Instituto Internacional de Teología a Distancia. Se realizan al concluir cada uno de los ciclos de estudio los exámenes de Universa en Filosofía, Teología Dogmática y Teología Moral; y para finalizar la Síntesis en Sagrada Escritura.


Nuestro personal docente está bien capacitado, quiere al Seminario y está interesado en que su nivel académico sea muy bueno y en cumplimiento de esta filosofía es necesario que el seminarista obtenga un promedio superior y/o igual a 3.7.


Una de las mayores dificultades del Seminario es su planta física, que ha tenido deficiencias por años; no obstante, contamos con suficientes aulas de clase, una Biblioteca con buen ambiente y material suficiente todo sistematizado y la respectiva conexión a Internet; así mismo, tenemos sala de Audiovisuales y sala de Sistemas. Los alumnos pueden además consultar en bibliotecas de la ciudad  como la del Itepal, la del Seminario Mayor, la Universidad de San Buenaventura, el Convento de Santo Domingo, la Luis Ángel Arango… El Seminario está ubicado en el norte de la ciudad, en un sitio privilegiado por su ambiente campestre y alejado del ruido, posee buenos espacios de zona verde y buenos campos deportivos.